Políticas Sociales duplicará los beneficiarios a los que llega con la teleasistencia en Canarias
La Consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, que dirige Patricia Hernández, a través de la Dirección General de Dependencia, duplicará las personas a las que atiende a través del servicio de teleasistencia que presta Cruz Roja en Canarias, llegando a los 1.400 usuarios el año que viene, para lo cual realizará una inversión de cerca de 300.000 euros.
La directora general de Dependencia y Discapacidad, Marta Arocha, se reunió con los directivos de Cruz Roja, entre los que se encontraba Domingo Pérez Martín, para impulsar los servicios de teleasistencia en el marco del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, y le explicó que hasta ahora se atiende a 700 personas con un coste de 147.800 euros, y se duplicará la cifra el año que viene con un coste total de 295.600 euros.
Arocha recordó la "posición de clara desventaja de la que partía Canarias en dependencia, incluyendo el servicio de teleasistencia que solo llegaba a 300 personas después de 10 años, un servicio que este año verá claramente incrementado su presupuesto".
Explicó que el servicio de teleasistencia es el único recurso que es compatible con todos los servicios del sistema, a excepción del residencial, por lo que "una persona dependiente puede ser beneficiaria de una plaza en centro de día o una ayuda a domicilio y además también de la teleasistencia, así, si está solo en casa con pulsar un botón obtendrá una respuesta inmediata por parte de los servicios públicos esenciales como puede ser la atención sanitaria".
La Teleasistencia es un servicio preventivo de asistencia domiciliaria, inmediata y permanente, para la atención de las personas mayores, discapacitadas o con elevado nivel de dependencia, que satisface y moviliza los recursos tecnológicos y sociales necesarios para resolver cualquier situación de necesidad o emergencia y que tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de los usuarios facilitando el contacto con su entorno social y familiar y asegurando la intervención inmediata en crisis personales, sociales o médicas para proporcionar seguridad y contribuir decisivamente a evitar ingresos innecesarios en centros residenciales.
El sistema incorpora un terminal o un dispositivo móvil que con solo activar un botón dispara la alarma o se conecta a una línea telefónica. En algunos casos, el dispositivo puede ser un colgante o también una pulsera.