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Opinión

Solidaridad y oportunidad

Nira Fierro
15/03/2020
Solidaridad y oportunidad

Políticos, sector empresarial, el sector del transporte, la sociedad civil….todos presumimos de nuestra privilegiada situación geográfica que nos proporciona una conexión directa con tres continentes. Todos apelamos a Canarias como plataforma tricontinental como una oportunidad económica que nos regala la geografía.

Y exactamente así es, somos el punto de conexión con América, África y Europa, el escenario que sirve a muchos para descubrir al continente vecino, olvidado vecino. El punto de encuentro de culturas, de proyectos de vida, de esperanza, de anhelos, de personas. Personas que encuentran en este pequeño rincón del mundo una oportunidad, como muchos lo hicieron antes a la inversa.

Es justamente esta riqueza geográfica y cultural la que nos debe cargar de solidaridad para afrontar los retos migratorios que vive este mundo de desequilibrios, de guerras, de pobreza extrema y de exilios, hoy, también, climáticos.

Nadie debería salir de su país por cualquiera de estos motivos, más que por su propia voluntad. Por lo tanto, el trabajo es enorme e inmenso, trabajar en origen, frenar aquellos que mercadean con la miseria de la gente organizados en mafias, trabajar para que la desesperación no lleve a nadie a jugarse la vida en el mar, generar trabajo y autonomía que permita el desarrollo vital de personas en paz, con estabilidad política. En definitiva, dar las oportunidades que cualquier persona merece tener, y por otro lado, en destino, asistir, integrar y acoger a quienes huyen.

Canarias se caracteriza por recibir múltiples nacionalidades, aproximadamente entre 15 y 20 mil personas de otros países llegan a Canarias anualmente. Ahí encontramos etiquetas (de las que a algunos les encanta) para todos los gustos; británicos, italianos, marroquíes, chinos, portugueses, venezolanos. Personas, en definitiva, que contribuyen a esta riqueza intangible de los canarios y canarias que además de generosa, es solidaria.

Un pueblo de acogida, que ha afrontado situaciones muy difíciles en años anteriores respecto a flujos migratorios y que ahora, una vez más, debemos cogernos de la mano para dar lo mejor de nosotros como comunidad de paz y de convivencia.

Paz y convivencia de la que nosotros, los representantes públicos, debemos dar ejemplo, en colaboración con todas las administraciones ante un drama humanitario que supone que miles de personas se lancen al mar en busca de un futuro legítimo mejor.

Por eso, hay que felicitar a este Gobierno por tomar la decision de liderar y convertir en un asunto de Estado a este reto migratorio al que nos enfrentamos en las islas. La celebración del encuentro de este jueves en Canarias con la presencia del ministro del Interior, las administraciones canarias y las ONG y colectivos sociales, ha sido un ejemplo no sólo de coordinación necesaria, sino de exigencia con lo que se espera de un gobierno que debe tomar medidas que contribuyan a mejorar los medios y la atención que se presta a los migrantes en nuestro Archipiélago.

Ejemplo de gestión anterior en materias como ésta la tenemos en aquellos años del Gobierno de Zapatero con José Segura Clavell en la Delegación del Gobierno, que hicieron que hoy estemos mucho mejor preparados para afrontar situaciones de migración como la que vivimos. La solidaridad que ofrecieron desde muchos ayuntamientos hasta las instituciones europeas, debe replicarse en los momentos actuales, más aún cuando vemos a una ultraderecha racista y xenófoba que justamente lo que debe hacer es reforzarnos en solidaridad y empatía hacia el otro, aislando pensamientos que poco tienen que ver con el mundo del siglo XXI, y que aún no entiende cuál puede ser la alternativa a la acogida y a la solidaridad.

Demostremos, una vez más, que Canarias es una ventana abierta al atlántico cargada de humanidad.